Monera: Microorganismos Procariotas, Estructura y Clasificación
12/09/2025

El reino Monera comprende a todos los organismos procariotas unicelulares, los cuales se caracterizan fundamentalmente por la ausencia de un núcleo definido rodeado por una membrana nuclear. Estos microorganismos, que suelen tener un tamaño que oscila entre 3 y 5 micrómetros, son los habitantes más antiguos y, probablemente, los más numerosos de nuestro planeta, desempeñando roles críticos en la biosfera, desde la descomposición de la materia orgánica hasta la fijación de nitrógeno atmosférico. Su simplicidad estructural no debe subestimarse, ya que esconden una asombrosa diversidad metabólica y una capacidad de adaptación que les permite prosperar en los ambientes más inhóspitos.
Este artículo tiene como objetivo explorar en profundidad el fascinante mundo del reino Monera, desglosando sus características principales, su intrincada estructura, los mecanismos que utilizan para reproducirse y obtener energía, así como la clasificación que permite organizar la inmensa variedad de estos microorganismos. Se abordarán las diferencias fundamentales entre las arqueas y las bacterias, los dos grandes dominios que constituyen este reino, con especial atención a las cianobacterias, un grupo de bacterias fotosintéticas de gran importancia ecológica. Finalmente, se presentarán ejemplos del reino Monera concretos que ilustran la diversidad y la importancia de estos organismos. Se ofrecerán ejemplos reino monera, reino monera ejemplos, ejemplos del reino monera y se revisará la definición de los reinos monera.
¿Qué es el reino Monera?

El reino Monera representa uno de los sistemas de clasificación biológica más antiguos y, aunque ha sido objeto de debate y modificaciones a lo largo del tiempo, sigue siendo relevante para comprender la evolución y la diversidad de la vida en la Tierra. Originalmente, englobaba a todos los organismos unicelulares procariotas, distinguiéndolos de los eucariotas, que poseen células con un núcleo definido y orgánulos membranosos. Esta distinción fundamental en la organización celular es la base de la separación entre el reino Monera y el resto de los reinos biológicos.
Es importante destacar que el concepto del reino Monera ha evolucionado con los avances en la biología molecular y la filogenia. Tradicionalmente, se consideraba un reino único, pero el análisis del ARN ribosomal demostró que los procariotas se dividen en dos grupos evolutivos distintos: las arqueas y las bacterias. Esta evidencia llevó a la propuesta de un sistema de clasificación superior, el dominio, que agrupa a los organismos en función de su relación evolutiva. Actualmente, las arqueas y las bacterias se clasifican en dominios separados, aunque la agrupación original en el reino Monera todavía se utiliza en algunos contextos educativos e introductorios. Es por esto que la clasificación de los reinos monera puede ser un concepto confuso.
El concepto del reino Monera nos ayuda a comprender la importancia de los microorganismos procariotas en la historia de la vida y en los ecosistemas actuales. Estos organismos son fundamentales para los ciclos biogeoquímicos, la descomposición de la materia orgánica y la producción de oxígeno en la atmósfera. Además, muchas bacterias son esenciales para la salud humana, ya que forman parte de nuestra microbiota intestinal y nos protegen contra patógenos. Por otro lado, algunas bacterias y arqueas pueden ser patógenas y causar enfermedades, lo que subraya la complejidad de su relación con los seres humanos.
Características principales

Los organismos pertenecientes al reino Monera comparten una serie de características que los distinguen del resto de los seres vivos. La característica más fundamental es, sin duda, su organización celular procariota, es decir, la ausencia de un núcleo definido y de orgánulos membranosos. El material genético, que consiste en una molécula de ADN circular, se encuentra disperso en el citoplasma en una región denominada nucleoide. Además, los monera carecen de mitocondrias, cloroplastos, retículo endoplasmático y aparato de Golgi, orgánulos presentes en las células eucariotas.
Otra característica distintiva de los monera es su pequeño tamaño, que generalmente oscila entre 0,5 y 5 micrómetros. Esta diminuta escala les permite tener una alta relación superficie/volumen, lo que facilita el intercambio de nutrientes y desechos con el entorno. A pesar de su pequeño tamaño, los monera pueden formar colonias visibles a simple vista, como las que se observan en cultivos bacterianos o en formaciones de cianobacterias en ambientes acuáticos. Esta capacidad de formar colonias les permite coordinar sus actividades y protegerse de condiciones ambientales adversas.
La pared celular es otra característica importante de los monera. Esta estructura rígida, ubicada fuera de la membrana plasmática, proporciona soporte y protección a la célula. La composición de la pared celular varía entre las bacterias y las arqueas. En las bacterias, la pared celular está compuesta principalmente por peptidoglicano, un polímero único de azúcares y aminoácidos. En las arqueas, la pared celular puede estar compuesta por diversos materiales, como pseudopeptidoglicano, polisacáridos o proteínas, pero nunca contiene peptidoglicano. Esta diferencia en la composición de la pared celular es una de las características clave que distinguen a las bacterias y las arqueas.
Estructura
La estructura de los monera, si bien es más simple que la de las células eucariotas, es altamente funcional y adaptada a las diversas condiciones ambientales que habitan. Desde la periferia hacia el interior, encontramos la cápsula (presente en algunas especies), la pared celular, la membrana plasmática, el citoplasma y el nucleoide. La cápsula, cuando está presente, es una capa externa de polisacáridos que protege a la célula de la fagocitosis y la desecación. La pared celular, como se mencionó anteriormente, proporciona soporte y protección.
La membrana plasmática es una bicapa lipídica que rodea el citoplasma y regula el paso de sustancias dentro y fuera de la célula. En la membrana plasmática se llevan a cabo importantes procesos metabólicos, como la respiración celular y la fotosíntesis (en las cianobacterias). El citoplasma es un gel acuoso que contiene los ribosomas, el nucleoide y diversos cuerpos de inclusión. Los ribosomas son los orgánulos encargados de la síntesis de proteínas. En los monera, los ribosomas tienen un coeficiente de sedimentación de 70S, a diferencia de los ribosomas 80S presentes en las células eucariotas.
El nucleoide es la región del citoplasma donde se encuentra el material genético, que consiste en una molécula de ADN circular. A diferencia de las células eucariotas, el ADN de los monera no está asociado a histonas ni rodeado por una membrana nuclear. Además del ADN cromosómico, los monera pueden contener plásmidos, que son pequeñas moléculas de ADN extracromosómico que confieren ventajas selectivas, como resistencia a antibióticos. Los cuerpos de inclusión son estructuras intracelulares que almacenan diversos materiales, como polifosfato, glucógeno o azufre. Algunas bacterias también poseen endosporas, estructuras altamente resistentes que les permiten sobrevivir en condiciones ambientales adversas. Finalmente, muchas bacterias poseen flagelos, estructuras filamentosas que les permiten moverse, y pili o fimbrias, estructuras más cortas que les permiten adherirse a las superficies.
Espacio Periplásmico
El espacio periplásmico es un compartimento celular presente en las bacterias Gram negativas, ubicado entre la membrana plasmática interna y la membrana externa. Este espacio contiene diversas proteínas y enzimas que desempeñan funciones importantes en el metabolismo, el transporte de nutrientes y la defensa contra antibióticos. El espacio periplásmico también contiene peptidoglicano, la principal componente de la pared celular bacteriana.
Endospora Bacteriana
Las endosporas son estructuras altamente resistentes que se forman en algunas bacterias Gram positivas en respuesta a condiciones ambientales adversas, como la falta de nutrientes, la desecación o la exposición a altas temperaturas. Las endosporas contienen el material genético de la bacteria, así como ribosomas y enzimas esenciales para la germinación. La pared de la endospora está compuesta por varias capas que la protegen de los agentes externos. Cuando las condiciones ambientales vuelven a ser favorables, la endospora germina y da lugar a una célula bacteriana vegetativa.
Pili/Fimbrias y Flagelos
Los pili (también conocidos como fimbrias) son estructuras filamentosas cortas que se encuentran en la superficie de muchas bacterias. Los pili permiten a las bacterias adherirse a las superficies, como las células huésped o las superficies inertes. Algunos pili, denominados pili sexuales, participan en el proceso de conjugación, mediante el cual las bacterias intercambian material genético. Los flagelos son estructuras filamentosas largas que permiten a las bacterias moverse. Los flagelos están compuestos por una proteína llamada flagelina y se unen a la célula mediante un motor rotatorio. El movimiento flagelar permite a las bacterias nadar hacia los nutrientes o alejarse de los agentes tóxicos.
Reproducción
La reproducción en el reino Monera es asexual, lo que significa que no hay intercambio de material genético entre dos individuos. El mecanismo de reproducción más común es la fisión binaria, un proceso sencillo pero eficaz que permite a las bacterias multiplicarse rápidamente. En la fisión binaria, la célula bacteriana se alarga, replica su ADN y luego se divide en dos células hijas idénticas. Cada célula hija recibe una copia del ADN original y crece hasta alcanzar el tamaño normal.
La fisión binaria es un proceso rápido que puede completarse en tan solo 20 minutos en condiciones óptimas. Esto permite a las bacterias alcanzar poblaciones enormes en poco tiempo. Sin embargo, la fisión binaria también tiene una desventaja: genera individuos genéticamente idénticos, lo que limita la diversidad genética de la población. La falta de diversidad genética puede hacer que las bacterias sean más vulnerables a los cambios ambientales o a los ataques de los antibióticos.
A pesar de la ausencia de reproducción sexual, las bacterias pueden intercambiar material genético mediante otros mecanismos, como la conjugación, la transducción y la transformación. La conjugación es el proceso mediante el cual dos bacterias se unen y una de ellas transfiere material genético a la otra a través de un puente citoplasmático. La transducción es el proceso mediante el cual un virus bacteriófago transfiere material genético de una bacteria a otra. La transformación es el proceso mediante el cual una bacteria incorpora ADN libre del entorno. Estos mecanismos de intercambio genético permiten a las bacterias adquirir nuevas características, como resistencia a antibióticos, y aumentar su diversidad genética.
Nutrición
La nutrición en el reino Monera es extremadamente diversa y refleja la amplia variedad de ambientes que habitan estos microorganismos. Algunos monera son autótrofos, lo que significa que pueden sintetizar su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas. Otros monera son heterótrofos, lo que significa que deben obtener su alimento a partir de materia orgánica preexistente. Dentro de cada una de estas categorías, hay aún más variedad en los mecanismos de nutrición.
Los monera autótrofos pueden ser fotosintéticos o quimiosintéticos. Los monera fotosintéticos, como las cianobacterias, utilizan la energía de la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa y oxígeno. Los monera quimiosintéticos utilizan la energía liberada por reacciones químicas inorgánicas para sintetizar su propio alimento. Por ejemplo del reino Monera, algunas bacterias quimiosintéticas oxidan el azufre, el hierro o el amoniaco para obtener energía.
Los monera heterótrofos pueden ser saprófitos, parásitos o simbióticos. Los monera saprófitos se alimentan de materia orgánica muerta. Son descomponedores importantes en los ecosistemas. Los monera parásitos se alimentan de materia orgánica viva, causando enfermedades a sus huéspedes. Los monera simbióticos viven en asociación con otros organismos, beneficiándose mutuamente. Por ejemplos del reino Monera, las bacterias fijadoras de nitrógeno que viven en las raíces de las leguminosas son simbióticas.
Clasificación
La clasificación del reino Monera ha evolucionado significativamente con el tiempo. Originalmente, se dividía en dos grupos principales: eubacterias y arqueobacterias. Sin embargo, los avances en la biología molecular revelaron que las arqueobacterias son tan diferentes de las eubacterias como lo son de los eucariotas. Esto llevó a la propuesta de un nuevo sistema de clasificación, el dominio, que agrupa a los organismos en tres categorías principales: arqueas, bacterias y eucarya.
En el sistema de clasificación actual, el antiguo reino Monera se divide en dos dominios: Archaea (arqueas) y Bacteria (bacterias). Cada dominio se divide a su vez en varios reinos y filos. La clasificación dentro de cada dominio se basa en una variedad de criterios, incluyendo la estructura celular, la composición de la pared celular, el metabolismo y la secuencia del ARN ribosomal.
Las cianobacterias, que antes se clasificaban como algas verdeazuladas, ahora se consideran un grupo de bacterias fotosintéticas y se incluyen en el dominio Bacteria. Las cianobacterias son importantes productores primarios en muchos ecosistemas acuáticos y terrestres, y también son capaces de fijar nitrógeno atmosférico.
Arqueas
Las arqueas son un grupo de microorganismos procariotas que se distinguen de las bacterias por una serie de características bioquímicas y genéticas. A menudo se encuentran en ambientes extremos, como fuentes termales, lagos salados y ambientes ácidos, aunque también se encuentran en ambientes más moderados, como el suelo y el océano. Las arqueas se distinguen por la composición de sus membranas celulares, que contienen lípidos isoprenoides unidos por enlaces éter, en lugar de lípidos de ácidos grasos unidos por enlaces éster como en las bacterias y los eucariotas.
Otra característica distintiva de las arqueas es la ausencia de peptidoglicano en su pared celular. En su lugar, la pared celular de las arqueas puede estar compuesta por pseudopeptidoglicano, polisacáridos o proteínas. Las arqueas también se distinguen por su maquinaria de replicación, transcripción y traducción, que es más similar a la de los eucariotas que a la de las bacterias.
Las arqueas se dividen en varios filos, incluyendo Euryarchaeota, Crenarchaeota, Thaumarchaeota y Nanoarchaeota. Dentro de cada filo, hay una gran diversidad de especies con diferentes metabolismos y estilos de vida. Algunas arqueas son metanógenas, lo que significa que producen metano como producto final de su metabolismo. Otras arqueas son halófilas, lo que significa que pueden crecer en ambientes con altas concentraciones de sal. A pesar de su diversidad, todas las arqueas comparten una serie de características genéticas y bioquímicas que las distinguen de las bacterias y los eucariotas.
Bacterias
Las bacterias son el grupo más abundante y diverso de microorganismos procariotas en la Tierra. Se encuentran en todos los ambientes, desde el suelo y el agua hasta el aire y el interior de los organismos vivos. Las bacterias se distinguen de las arqueas por la composición de su pared celular, que contiene peptidoglicano. Las bacterias también se distinguen por su maquinaria de replicación, transcripción y traducción, que es diferente a la de las arqueas y los eucariotas.
Las bacterias se dividen en varios filos, incluyendo Proteobacteria, Firmicutes, Actinobacteria y Bacteroidetes. Dentro de cada filo, hay una gran diversidad de especies con diferentes metabolismos y estilos de vida. Algunas bacterias son fotosintéticas, como las cianobacterias, mientras que otras son heterótrofas y se alimentan de materia orgánica. Algunas bacterias son patógenas y causan enfermedades, mientras que otras son beneficiosas y ayudan a los organismos vivos a digerir los alimentos o a protegerse de las infecciones.
Las bacterias desempeñan un papel fundamental en los ciclos biogeoquímicos de la Tierra. Por ejemplos reino monera, ayudan a descomponer la materia orgánica, a fijar el nitrógeno atmosférico y a convertir el azufre y otros elementos en formas que pueden ser utilizadas por otros organismos. Sin las bacterias, la vida en la Tierra sería muy diferente.
Cianobacterias
Las cianobacterias, también conocidas como algas verdeazuladas, son un grupo de bacterias fotosintéticas que desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas acuáticos y terrestres. Son capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica, lo que significa que utilizan la energía de la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa y oxígeno. Las cianobacterias fueron las primeras en desarrollar la fotosíntesis oxigénica, y se cree que fueron responsables de la acumulación de oxígeno en la atmósfera primitiva de la Tierra.
Las cianobacterias se encuentran en una amplia variedad de ambientes, desde los océanos y lagos hasta el suelo y las rocas. Algunas cianobacterias forman colonias macroscópicas que pueden ser visibles a simple vista. Otras cianobacterias viven en simbiosis con otros organismos, como hongos (en los líquenes) y plantas (en las raíces de las cicas).
Las cianobacterias son importantes productores primarios en muchos ecosistemas acuáticos. También son capaces de fijar nitrógeno atmosférico, lo que las convierte en un importante fertilizante natural para las plantas. Sin embargo, algunas cianobacterias pueden producir toxinas que son dañinas para los seres humanos y los animales. Estas toxinas pueden acumularse en el agua potable y en los alimentos, y pueden causar problemas de salud graves.
Ejemplos
Existen numerosos ejemplos del reino Monera que ilustran la diversidad y la importancia de estos microorganismos. Entre las arqueas, un ejemplo destacado es Haloquadratum walsbyi, una arquea halófila que se encuentra en lagos salados y se caracteriza por su forma cuadrada. Entre las bacterias, un ejemplo común es Escherichia coli, una bacteria que vive en el intestino de los animales y puede ser tanto beneficiosa como patógena. Un ejemplo de cianobacteria es Anabaena azollae, una bacteria fotosintética que vive en simbiosis con la planta acuática Azolla y fija nitrógeno atmosférico.
Otros ejemplos reino monera incluyen Methanobrevibacter smithii, una arquea metanógena que vive en el intestino humano y contribuye a la digestión de los alimentos; Bacillus subtilis, una bacteria Gram positiva que se encuentra en el suelo y se utiliza en la producción de alimentos fermentados; y Streptococcus pneumoniae, una bacteria patógena que causa neumonía y otras infecciones respiratorias. Estos son solo algunos ejemplos del reino Monera que demuestran la amplia variedad de estos microorganismos y su impacto en la vida en la Tierra. Podemos buscar más reino monera ejemplos.
Estos ejemplos del reino Monera, así como las ejemplos reino monera mencionadas, nos demuestran la capacidad de adaptación que tienen a los distintos nichos ecológicos y su importancia para el funcionamiento de los ecosistemas. Comprender la biología de los monera es esencial para abordar problemas como la resistencia a los antibióticos, la contaminación ambiental y el desarrollo de nuevas tecnologías biológicas.
Conclusión
El reino Monera, aunque ya no es considerado un reino en el sentido tradicional de la clasificación biológica, sigue siendo un concepto fundamental para comprender la diversidad y la evolución de la vida en la Tierra. Los microorganismos procariotas que lo componen, las arqueas y las bacterias, son los organismos más antiguos y abundantes del planeta, y desempeñan roles críticos en los ciclos biogeoquímicos, la salud humana y la producción de alimentos.
La estructura simple pero funcional de los monera, su diversidad metabólica y su capacidad de adaptación les permiten prosperar en una amplia variedad de ambientes, desde los más extremos hasta los más moderados. El estudio de los monera ha revolucionado nuestra comprensión de la evolución de la vida y ha abierto nuevas vías para la investigación en biotecnología, medicina y agricultura.
El reino Monera (o mejor dicho, los dominios Archaea y Bacteria) representa un mundo fascinante y diverso que merece ser explorado en profundidad. Desde las cianobacterias que oxigenaron la atmósfera primitiva hasta las arqueas que viven en los ambientes más inhóspitos, los microorganismos procariotas son esenciales para la vida en la Tierra y seguirán siendo objeto de investigación y descubrimiento en el futuro.
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